221020 Bouanga triumph

Esta es la quinta historia de una serie en la que presentamos a los jugadores del LAFC en sus propias palabras.

Lo primero y más importante que deben saber sobre mí es que juego para mi familia. A lo largo de mi vida, ya sean mis padres, mis hermanos o mi esposa (y ahora nuestros dos hijos), mi familia ha estado conmigo en cada paso de mi carrera. Ellos son mi motivación y mi inspiración.

Mi viaje futbolístico comenzó cuando comencé a ver jugar a mi hermano mayor, Cedric. Somos de Le Mans, una bonita ciudad en el noroeste de Francia conocida por la carrera de autos 24 Horas de Le Mans. Cuando era muy pequeño, mi hermano me ofreció, para mi cumpleaños, una entrada para ir a ver jugar a Le Mans FC, el club de nuestra ciudad contra el Marsella en el Stade Léon Bollée. Ese día me enamoré del fútbol. Marsella, por cierto, se convirtió en mi club favorito debido al ambiente de la afición.

Cedric se convertiría en jugador de baloncesto profesional, mientras que mi hermano menor, Didier, se convertiría en futbolista como yo. Didier, que es un año menor que yo, es la persona con la que más jugué durante mi infancia. Fue muy divertido, y nos hicimos mejores unos a otros.

Ronaldo Nazario, el famoso número 9 brasileño, fue mi jugador favorito cuando era niño. Él es la razón por la cual jugué de delantero cuando era niño. Sin embargo, pronto me pusieron en los costados porque era muy pequeño y los números 9 tienden ser más grandes y fuertes. Desde entonces siempre he jugado de extremo.

El fútbol no fue mi única actividad atlética mientras crecía. Me gustaba mucho el break dance. Era muy apasionado del break dance y tuve la oportunidad de practicarlo competitivamente. Me decidí por el futbol, pero el break dance aún vive dentro de mí al igual que el futbol. Del break dance fue de donde obtuve mi celebración de salto mortal frontal- de mi tiempo como break-dancer.

Me di cuenta de que quería convertirme en futbolista profesional cuando estaba en el nivel Sub-14. En Francia, la categoría Sub-14 es la categoría en cual los clubes grandes ya se enfrentan. No hay algún momento en específico en el que me di cuenta de que quería hacer una carrera del futbol, pero si recuerdo haber sobresalido de momentos difíciles como juvenil en Le Mans. Mi equipo en ese entonces no me mostraba mucho apoyo, pero ese periodo difícil fue lo que me motivó. Después de eso, me di cuenta de que no habrá cosas peores que me puedan pasar. Bajé a jugar a una división inferior y ahí fue donde florecí.

Poco tiempo después visores profesionales vinieron a ver a mi hermano Didier y terminaron por evaluarnos a los dos. Tres meses después fue que firme como profesional, tenía 16 años.

Mi madre, Anne-Marie y mi padre Amédé son personas muy amables. Nos criaron muy bien. Cada día que despierto mi meta es hacerlos feliz. Nos pusieron en un pedestal y quiero hacerlos orgullosos. Fue difícil dejar mi casa y comenzar mi camino como profesional, pero nos hemos mantenido cercanos al pesar la distancia.

Mis primeros años como profesional – cuando jugué en clubes franceses como el Lorient, tours y Nimes, esos años fueron maravaillosos porque jugaba junto con mi hermano Didier en Lorient y en contra de jugadores los cuales yo veía en el televisor. Los sueños que tuve de niño, sentado en el estadio con Cedric viendo a los profesionales jugar, logré realizar esos sueños pocos años después.

Jamás olvidare mi primera semana con el Lorient. Firme mi primer contracto profesional, el miércoles juegue en contra del Paris St. Germain, y el sábado jugué en conta del Evian en la Coupe de la Ligue (Copa de la liga). También era mi cumpleaños y fue inolvidable.

Alrededor de este tiempo también me enamore de la moda. Conocía algunas marcas, pero el verme bien no era mi prioridad. Cuando comienzas a generar un poco de dinero te puedes consentir. Mi regla es que después de tener un buen partido me puedo consentir. Comprar ropa es la forma en la cual yo me consiento. Cuando estoy creando un conjunto comienzo con los zapatos, pero depende en el clima, y a veces inicio con la playera y termino con los zapatos. El vestirme bien me hace sentir bien y siempre mantengo un ojo en todo y cuando me gusta algo lo compro.

Mi tiempo en Europa cerro de forma desagradable. El club en cual estaba. St. Etienne, descendió lo cual creo problemas internos y externos. De todas formas, solo quiero recordad lo positivo y mis tres temporadas ahí fueron hermosas.

Cuando el LAFC me contacto inicialmente – seré honesto- no conocía al club. Después firme en el verano del 2022, llegue a Los Ángeles esperando partidos con pocos espectadores. Pensé que el estadio estaría vacío por que el básquetbol es más popular en los Estados Unidos que el futbol. Pero sui gratamente sorprendido. La experiencia de jugar en BMO Stadium es increíble. Sentir la energía de nuestra hinchada me hace desear jugar en casa siempre.

¡Dentro de cuatro meses después de mi llegada ya estábamos disputando la final de la MLS Cup! Que momento. Lo recuerdo claramente, el centro de Chiqui (Diego Palacios) en dirección a Garete (Bale), quien llego a LAFC al mismo tiempo que yo. Yo estaba parado justo detrás de Gareth en ese momento, y si Gareth no llega a conectar el cabezazo el balón me quedaría justo en los pies. No cambiaria nada por cierto porque fue le escena perfecta. Es una imagen que no quiero borrar de mi mente. Si el balón hubiese llegado a mi pie, quisiera poder haber tenido el mismo impacto como el gol de Gareth.

La tanda de penales que decidió el campeonato fue una locura. Después de la lesión de Max (Crepéau) – el arquero en ese entonces- pensé que no habría peor cosa que nos pudiera ocurrir. Estábamos jugando diez contra once, sufrimos una gran lesión, pero el estadio estaba encendido. Para mi ese fue el escenario perfecto. Convertí mi penal, Ilie (Sánchez) marco el ultimo tiro. Nos convertimos campeones.

Denis Bouanga MLS Cup

Mi momento favorito de la temporada pasada (2023) fue el partido en contra del Galaxy. El estadio estaba lleno y teníamos una gran dinámica. Ese partido (victoria 4-2) no permitió sumar puntos para poder llegar a la MLS Cup por segundo año consecutivo. Mucha gente habla de los momentos bajos de la temporada, pero yo no viví momentos bajos. Estábamos disputando partidos cada cuatro días, no teníamos tiempo de ponernos a pensar. Necesitábamos seguir marchando hacia delante y fue fácil iniciar un nuevo partido.

Hubo momentos difíciles, sí lo hubo. Pero esos tiempos, a lo largo de mi carrera, siempre he tratado de sentarme y hablarlo con amigos cercanos quienes vieron el partido y quienes vieron lo que funciono y lo que no. Son directos conmigo, compartiendo lo bueno y lo malo. Prefiero que sean directos conmigo al que me den rodeos.

He sido afortunado de ser rodeado de gente buena aquí en Los Ángeles, comenzado con mi esposa y mis hijos, por cierto. He encontrado que Los Ángeles es un buen lugar para criar a mis hijos. Son pequeños de tres y seis años. Pueden aprender hablar inglés en una escuela francesa americana a cambio de una escuela tradicional. Entonces es bueno para ellos. Yo vivo en West Hollywood, es un sitio de sueños, hermoso y seguro, un gran sitio para mis hijos. Estamos sumamente contentos ahí.

Con mi familia detrás de mí, soy indestructible.

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