Esta es la cuarta historia de una serie en la que presentamos a los jugadores del LAFC en sus propias palabras.
Soy de la Ciudad de México, de un barrio llamado Tepito. Muchos lo categorizan como peligroso, pero para mí es un barrio donde hay gente trabajadora que se levanta todos los días para ganarse su comida día a día. Ese es el Tepito que conozco, a pesar de su reputación.
Mi primer recuerdo futbolístico fue cuando jugaba en un equipo de mi papá cuando era pequeño. Era solo un campo de tierra y no me gustaba el fútbol. Pero poco a poco empecé a disfrutarlo y con el tiempo me enamoré del deporte.
Mi papá fue quien me empujó a jugar fútbol. Siempre fue duro conmigo en el fútbol porque el veía algo en mí. El trabajaba duro para mantener a nuestra familia. Mi papá siempre estuvo ahí para mí, animándome a jugar y alcanzar mi potencial.
De niño jugaba como delantero y mi jugador favorito siempre fue Ronaldinho. El estaba cerca del final de su carrera, pero lo veía jugar cada vez que podia. Después de él, era Messi. Sigue siendo uno de mis favoritos. En cuanto a los jugadores que juegan en mi posición, Marcelo, el gran lateral izquierdo brasileño que jugó en el Real Madrid durante tantos años, fue el jugador al que seguí y del que aprendí.
La primera vez que me di cuenta de que tenía la oportunidad de jugar profesionalmente tenía siete o ocho años. Empecé a ver mis propias cualidades. Empecé a ver lo que podía dar. Mi papá también vio que yo podía hacer algo más. Su confianza en mí me impulsó a convertirme en un jugador profesional.
Me uní a las fuerzas básicas del Santos Laguna [club de la Liga MX] cuando tenía 14 años. Me mudé a Torreón, casi mil millas al norte de nuestra casa en la Ciudad de México. Estaba muy lejos de mis padres, mis hermanos, mis amigos. Fue un momento difícil. Me sentí solo. Quería ir a casa. Pero me esfuerce a quedarme.
Cuando estábamos fuera de temporada, le ayudaba a mi Papá trabajando para Uber Eats. Trabajaba todos los días, cada día recogiendo pedidos y entregándolos en mi moto. A veces te daban una propina. A veces no. Eran momentos que nunca se olvidan. Pero así era al principio. No teníamos dinero. Bueno, si teníamos, pero no lo suficiente para comer bien. Esa situación nos motivó a seguir adelante, a intentar alcanzar mi sueño de jugar profesionalmente para no estar en una situación de crisis.
Siempre me ha gusta seguir avanzando como jugador. Siempre me ha gustado atacar. Fui delantero la mayor parte de mi vida. Disfruto aplicando presión y creando oportunidades para mi equipo. Siempre he sido rápido, lo que me ayudó como delantero, y luego cuando me pasaron a extremo, y más tarde cuando me trasladaron a mi posición actual, lateral izquierdo. Allí debuté profesionalmente en Santos Laguna, a los 18 años.
Cuando jugaba en Santos Laguna, solía ver partidos de la MLS. Fue entonces cuando me fijé por primera vez en LAFC. Parecía que el club siempre estaba ganando, jugando un fútbol apasionante, compitiendo por trofeos. Cuando supe que existía la posibilidad de venir aquí a principios de este año, no lo dudé. Fue una transición rápida. A las dos semanas de saber que LAFC era una posibilidad para mí, estaba aquí.
El estilo de juego en la MLS es diferente al de la Liga MX. El estilo aquí es muy táctil, al que no estaba acostumbrado. Tengo más confianza ahora que cuando llegué por primera vez. Estoy combinando más [intercambiando pases en ataque]. Confío en que seguiré subiendo mi nivel aquí.
Mis principales objetivos ahora son seguir ayudando a nuestro equipo a ganar y mantener mi posición en el once inicial. Ryan [Hollingshead] es un gran jugador que desempeña muy bien la posición. La competencia entre Ryan y Sergi [Palencia], yo y yo ha sido sana y profesional. Seguiré dando el 100 por ciento para poder empezar los partidos.
Mis padres todavía están en México. No tienen visa, no pueden venir aquí a Los Ángeles, así que obviamente los extraño. Pero siempre estamos juntos. Tengo una hermana, Stephanie, que es cuatro años mayor que yo, y un hermano, Johan, que es nueve años menor. Siempre hemos sido muy unidos, todos nosotros. Mi hermana tiene dos hijas. Soy un tío orgulloso de mis sobrinas Ingrid y Sharon, a quienes amo mucho.
Afortunadamente, mi novia Katia pudo mudarse a Los Ángeles conmigo. Ella también es futbolista profesional, pero cuando tuve la oportunidad de venir a LAFC, ella puso en pausa su carrera para estar conmigo.
Me gusta bastante Los Ángeles. Es una ciudad muy bonita. Me siento cómodo aquí. La decisión de mi novia de venir conmigo realmente ha ayudado en mi transición a este nuevo entorno. Ojalá, mis padres, puedan visitarme pronto.
No llevo mucho tiempo aquí, pero ya he tenido algunas experiencias memorables. Nunca había visto nieve, y el segundo partido que jugué para LAFC se jugó en medio de una tormenta de nieve que dejó todo completamente blanco. No fue el resultado que queríamos, pero que experiencia.
Más que nada he disfrutado de los triunfos del equipo, celebrando las victorias con mis compañeros, ganándome su confianza y sintiendo que nuestra forma mejoraba como equipo. Nuestro ambiente en BMO Stadium también ha sido una experiencia inesperada. Nuestra gente siempre está aplaudiendo y apoyando. Gracias a ellos somos quienes somos. Siempre están ahí, en las buenas y en los malas, en casa o fuera, ganemos o perdamos. Nos empujan y creen en nosotros, de la misma manera que mi papá me empujó a mí, de la misma manera que mi familia cree en mí.
Al igual que cuando era niño, se me abren los ojos a mi propia calidad, a lo que puedo aportar a un equipo de campeonato. He recorrido un largo camino desde el barrio de Tepito, pero nunca me iré. Soy quien me hizo Tepito. Soy quien me hizo mi familia. Y solo es el comenzó.